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Para el video “Estelas de silencio” planteo el escenario de grabación desde la ventana de un auto, una noche en las calles de Cali; se logra captar el detalle de 14 rostros de personas que transitan por la calle, ya sea que se encuentren en la acción de caminar, esperar algún medio de transporte, al hablar por teléfono, entre otras. En cada escena se muestra la falta de sonido para permitir una mayor contemplación a los eventos, aludiendo a la idea de reflexión e inexistencia de palabras que se encuentran en el mismo momento en el que se graba. Se registran emociones ajenas a mí que se desarrollan con el anonimato de las personas, manteniendo ese distanciamiento con el que se filma hasta la falta de la acción de no entablar una conversación con la otra persona, con intención de que se percate lo menos posible que se la graba. Como no se sabe lo que la otra persona piensa, no hay un contacto emocional. Es un tipo de imagen dentro de imagen: se logra transfigurar un ojo humano y consciente en la ventana; la ventana se convierte en ese ojo que logra ver más allá del propósito de llegar a su destino y se centra en su viaje, en esos momentos de complicidad privada en la que las personas pueden desarrollar sus ideas, en el que las personas pasan sus vidas...